“Todo tiene que cambiar, para que todo siga igual”, éstas palabras casi proféticas del príncipe de Salinas en la obra “El Gatopardo” es el mejor resumen que Izquierda Unida hace del primer año de gobierno municipal ayamontino formado por el bipartito Partido Popular y Partido Andalucista.
A lo largo de este año no podemos hacer un balance más deprimente de lo que el gobierno popular auguraba como un gran cambio, un cambio con oportunidades para todos/as y donde la transparencia iba hacer el motor de su gestión. Pues bien, Izquierda Unida no ve ni esa transparencia ni ve un cambio de gestión.
Como en anteriores gobiernos municipales
-Las mociones de este Grupo Municipal aprobadas en Pleno no se realiza. No se ha movido un dedo para puesta en marcha de la oficina de intermediación hipotecaria. De la auditoría de cuentas municipales, mejor no hablamos.
-La información sigue sin salir del Ayuntamiento. La falta de respuestas a los ruegos y preguntas que este Grupo propone no tienen eco en el equipo de gobierno, ni siquiera en los plenos que recurren al clásico “se lo daré por escrito” y que tampoco obtenemos nos acaban remitiendo.
-El escaso interés en la reunión de las comisiones. Algunas ni se han convocado, como la del Centro de Exposiciones y Congresos de Ayamonte que lleva 7 años para que se vuelva a reunir; el Consejo Económico y Social, que ni siquiera tiene visos de convocarse, cuando se prometió que se haría uno cada 6 meses; la comisión del patrimonio tampoco se reúne con asiduidad.
-No tenemos presupuestos desde el principio de la Legislatura cuando el Partido Popular prometió que se haría antes de finales de año.
-Continúa el tráfico de influencias en empresas adjudicatarias para colocar a los afines a los partidos gobernantes.
Resumiendo, no ha cambiado nada y las viejas políticas siguen siendo las mismas de siempre.
Izquierda Unida no puede estar más decepcionada con un panorama político que a lo largo de este año no ha variado nada con respecto a lo que anteriormente había. Un panorama que no parece que el equipo de gobierno pretenda cambiar.
