
Florencio Aguilera nace en Ayamonte, el 9 de mayo de 1947. En marzo de 1961, y animado por la gran afición de su padre, pinta su primer cuadro.
Pintor temperamental, inquieto, que se sosiega apenas dando vida a sus lienzos, que vitalmente ha preparado primero para sacar de sus fondos tintos, ocres y grises, la luminosidad rosazul de los bellos y sosegados atardeceres ayamontinos, los viaoláceos, verdes y anaranjados de su campiña y blancas villas. tres cuadros en uno, uno en muchos, hacia un equilibrio que perfila vertiginoso dando paso a rupturas creadoras, dejando de lado lo recién pintando, atrás el pintorequismo, andando caminos nuevos de trazos frescos, espontáneos, alejados de detalles que lo encasillen.
Trabaja con la paleta limpia, apoyándose en el paisaje que le circunda, y a lomos de los clásicos que siempre suenan en su noble estudio de Ayamonte.