Ecologistas en Acción de Huelva hace pública un año más la concesión del distintivo “Banderas Negras”, a la par que lo hacen también el conjunto de las federaciones de Ecologistas en Acción de Andalucía, queriendo contribuir de esta manera a la recuperación y conservación de las cualidades naturales de nuestro litoral.
La campaña, nacida en 1999, es una denuncia pública de aquellas playas o tramos de litoral que sufren vertidos contaminantes, agresiones urbanísticas o cualquiera otra actuación que ocasione una pérdida de calidad ambiental del litoral. El conjunto de banderas negras que concedimos el año 2015 (Isla Canela, El Portil, Ría de Huelva, Punta Umbría, Matalascañas)se mantienen en este 2016, igual que las causas sobre las que se concedieron.
Algo similar sucede con los puntos negros, en los que destacan los relacionados con la mala gestión de las aguas residuales, manteniéndose la situación de extrema gravedad en el entorno del Paraje Natural Marismas de Isla Cristina, donde concurren el vertido con deficiente tratamiento de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Isla Cristina con las del vertido de las aguas residuales sin tratar de Pozo del Camino y varios puntos de vertido más en la misma zona. También resulta merecedora de bandera negra la opacidad y falta de transparencia de la Junta de Andalucía que ha negado hasta el último momento el acceso a las analíticas públicas de las depuradoras. Ha sido necesario recurrir a la protesta pública para obtener unos datos, que deberían estar expuestos en su portal telemático. Como hemos remarcado en otras ocasiones, a pesar de que en nuestro litoral, las intensas corrientes y mareas reducen los riesgos sanitarios, hay que empezar a considerar y estudiar los efectos de la contaminación orgánica sobre los ecosistemas marinos y marismeños de cuya gran biodiversidad dependen los recursos pesqueros y la pervivencia de numerosas especies marinas.
En cuanto al estado de las playas, las mareas vivas y los temporales de lluvia han dejado al descubierto las consecuencias de la privatización de zonas de dominio público, en beneficio de ocupaciones eternas por construcciones residenciales. Espacios pegados al mar ocupados por chiringuitos inmensos, con estructuras estables y autorizadas a destajo por la Delegación Provincial de la Consejería de Medio Ambiente, generan situaciones de riesgo que se presentan como desastres naturales, cuando son consecuencias lógicas de una ocupación irracional de los espacios marítimos. Y a renglón seguido viene la propaganda sobre la necesidad de tirar dinero público en absurdas realimentaciones de arena, para tapar las consecuencias de esa mala gestión.
También los temporales de este año nos han dejado tristes secuelas de actividades agresivas en el mar. Ballenas y delfines varados o muertos nos han recordado que actividades como maniobras militares, sondeos y explotación de hidrocarburos, el uso de tecnologías sónicas y el trasiego de embarcaciones rápidas, etc., generan impactos sobre los mamíferos marinos con sistemas de comunicación especialmente sensibles a esas actividades.
Ecologistas en Acción reitera su llamamiento a los ciudadanos y ciudadanas que visitan y usan las maravillosas playas naturales que todavía quedan en nuestro litoral para que exijan de las instituciones responsables el respeto a estos maravillosos parajes. Hay que recordar que la sostenibilidad conlleva un uso y disfrute individual y colectivo de los recursos naturales guiado por el respeto a nuestro entorno, garantizando también su uso y disfrute para futuras generaciones.
Ecologistas en Acción pide también a la ciudadanía onubense y al conjunto de los visitantes de nuestros espacios costeros que tenga una actitud responsable en el uso de los recursos que nos brinda nuestro privilegiado medio natural. Retirar las basuras a los contenedores más cercanos, respetar la vegetación y los pasos peatonales recomendados, no utilizar vehículos destructores en espacios tan frágiles…, en definitiva, procurar dejar inalterados los espacios que hemos utilizado es algo fundamental para nuestros usos futuros.
